martes, 26 de marzo de 2013

capitulo 1: conociendome-reconociendome.

mi vida no fué muy diferente que la de las niñas de mi edad,solo que con mas restricciones y mas reglas,fuí criada dentro de la religión protestante o evangeliza,y aunque en esos tiempos me hacía feliz y disfrutaba de los servicios religiosos,de las escuelas dominicales y muchas cosas mas,llegó un momento a determinada edad en que cuestioné todo lo que allí se enseñaba,aunque realmente creo en mi interior que siempre supe que las cosas no funcionaban normalmente,al menos para mi. El tiempo pasaba y mis experiencias de vida llegaron como un tumulto de emociones,errores,fracasos,dolores, muchos dolores...me casé joven,me separé al tiempo después porque fui engañada,hasta pasado mis 16 años seguía creyendo que el príncipe azul venia en un corcel blanco a rescatarme cuando lo necesitase,pero en cambio recibí un diablo vestido de ángel que me engatusó y me hizo creer que me amaba,llevaba tan profunda la creencia y la religiosidad en mi que no supe entender que el amor a los 13 años no es amor,si no que son ilusiones,ademas estaba sola con mi madre y el apoyo de ese hombre fue lo único que recibí en momentos de angustias y desesperación,cuando ella estaba al borde de la muerte. no habían hermanos,no había un padre presente,no había nadie,solo estaba el desconsuelo y la soledad de una pubescente insegura e incapaz.
El rumbo de mi vida se vio afectado de mal en peor cuando después de casarme un día frío de octubre en el sur de Chile decidí separarme porque descubrí la verdad de los sentimientos del hombre que un día prometió amarme y cuidarme hasta el final de los tiempos,no fue fácil,asumir que joven estas casada y joven separada,ver el repudio y el juicio ignorante de las personas que ni siquiera conocen el interior de tu vida ni tu familia,el rechazo de las personas que me dijeron :"te lo dije" ,advertencias miles se transformaron en desprecio después de reconocer mi fracaso, después de comenzar a vivirlo...El único momento en el que descansaba y dejaba de criticarme a mi misma,era en las noches,cuando las luces se apagaban mi mente era presa de una pasión desesperada y perdida,siempre fui soñadora e inocente,pero hubieron tiempos de oscuridad en los que no vi ni mi nariz asomada a la realidad,solo estaban el dolor,la rabia,mucha rabia y odio,el fracaso se marcaba en cada paso que intentaba avanzar,y si daba un paso, retrocedía tres. Los años de formación religiosa me llevaron a un camino de cuestionamientos y restricciones,incluso de maldad...es algo contradictorio,pero cuando te enseñan lo bueno y lo malo a su manera,y luego ves el mundo con tus propios ojos,no sabes si creer en ti misma o seguir con la vista cercenada por las enseñanzas de tus antepasados,cuando conocía cosas o personas nuevas que no se adaptaban a la vida que llevaba anteriormente,la desconfianza y el temor,el miedo,el pavor a seguir adelante me hacían cometer errores impensables,y eso me apagaba de a poco...y sin darme cuenta un día dejé de existir para los demás era una persona que respiraba,pero no sentía que caminaba,pero no observaba...simplemente era toda inercia andante. Cuando llegado un momento te ves enfrentada a los deseos de tu vida,a los sueños que por miedo dejaste pasar,a asumir que los errores no siempre son fracaso,a creer en ti misma,a conocerte y luego reconocerte,entonces,solo entonces realmente comienzas a vivir...esta es mi historia.

1 comentario:

  1. Natalia, tu historia es muy conmovedora. Creo que pude sentir la desesperación en tu relato.

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